sábado, 3 de diciembre de 2011

Me gusta leer



REFLEXIÓN SOBRE EL LIBRO Y LA LECTURA
¿Qué es leer? ¿Sólo los libros pueden leerse? todo es lectura, todo es escritura. Tú mismo eres un libro abierto. No puedes NO comunicarte. El ser humano es un ser comunicante, un animal semiótico. Todo en nosotros habla, pero ¿sabemos leer? ¿Sabemos interpretar correctamente? ¿Decodificar? Cada quien maneja sus propios códigos y descifrarlos resulta toda una aventura.
Un escritor se codifica así mismo en sus libros. El corazón de Neruda está en sus poemas. Whitman comparte su alma en sus hermosos versos, nos dice TODO de él. Así que ¿qué es un libro? Recuerdo haber leído en una ocasión una historia en la que se decía que un libro era una especie de caja mágica en la que se encerraba el alma de un poeta. Me pareció maravillosa la imagen. El libro como caja mágica, cuando lo abres comienza a hablar. Y todo esto es maravilloso pero insisto ¿sabemos leer? es como la comunicación: la verdadera comunicación es lo que el receptor recibe, no lo que tú emitiste.
Hay ocasiones en que uno dice: “yo dije esto, y si tú entendiste otra cosa es tu problema”.
Esta arrogancia nos conduce al ruido en la comunicación. No importa qué tan bien hayas estructurado
tu mensaje, si “el otro” (el receptor) entendió “otra cosa”, eso es lo único real que existe, no puedes desligarte de esa responsabilidad, no puedes sólo decir negligentemente: “yo dije lo que dije, y ahí tú si lo entendiste”. Bueno, pero eso en el caso del emisor, del que habla, pero ¿qué sucede cuando eres tú el que escucha? casi siempre aseveras: “tú dijiste esto”.
¿Por qué no dices: ayer que hablaste, “yo entendí” que dijiste esto? de esta forma nos aseguraríamos, tanto emisor como recepetor de tener el mismo mensaje. Por supuesto que invito a la gente a acercarse
al hábito de la lectura, pero invito también a aquellos que leen a que se cuestionen su forma de hacerlo, porque todo mundo cree que sabe leer, y la verdad, creánme, son pocos, pero muy pocos los que se pueden considerar buenos y grandes lectores. Porque no se trata de leer mucho, sino de leer bien.
Para mí no importa lo que leas, sino que lo hagas. Yo no me atrevería a decir “qué si vale la pena leerse y qué no”. hay libros malos que le gustan muchos a la gente, y hay libros buenos que nadie lee. A mí en
lo personal no me agrada ni García Márquez, ni Jaime Sabines. Jamás diré si son buenos o malos, no me interesa, sólo sé que a mí no me gustan y no me deben gustar por el simple hecho de ser gloria nacionales. Me molestan los libros de Carlos Fuentes, pero eso es una cuestión de gustos. Así que mi recomendación es la siguiente: tú acércate a cualquier libro, si quieres a una revista, comienza a leer, créeme, te ayudará mucho a refinar tu forma de escuchar, de ver y percibir, activará tu estado de alerta, tu atención y concentración, ampliará tu visión de la vida, sólo ten cuidado y haz a un lado tus prejuicios, no juzgues antes de leer, y no leas queriendo encontrar lo que buscas, no te anticipes, entrégate a la lectura y déjate sorprender.
AUTOR: CARLOS REYES ÁVILA

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