lunes, 23 de enero de 2012

Reliquias



El culto a las reliquias se remonta a los primeros años del cristianismo, alcanzando un gran desarrollo durante la Edad Media. A lo largo de la Edad Moderna estos objetos sacros siguieron siendo objeto de veneración entre el pueblo gracias al interés que demostró el Concilio de Trento por acrecentar la devoción de las creyentes hacia los mismos. Una muestra evidente de ello la encontramos en la el peregrinar de las reliquias del Beato Juan Pablo II por el territorio mexicano en estos momentos, la veneración popular a las reliquias de Santa Teresa del Niño Jesus y de la misma manera las de San Juan Bosco entre otros muchos más santos de la Iglesia. Podemos hablar a detalle de las reliquias más quisiera que primero analizáramos como se presentan las reliquias en la biblia. Una de las primeras menciones de una reliquia aparece en el libro II Reyes 2, 9- donde “Eliseo recibe de Elías el manto con el cual hace milagros” en este mismo libro aparece el siguiente hecho en el que se nos narra que un muerto resucita al tocar los huesos de Eliseo: "Estaban unos sepultando un hombre cuando vieron la banda y, arrojando al hombre en el sepulcro de Eliseo, se fueron. Tocó el hombre los huesos de Eliseo, cobró vida y se puso en pie."( II Reyes 13,21) ya en el nuevo testamento aparecen los siguientes hechos, "Dios obraba por medio de Pablo milagros no comunes, de forma que bastaba aplicar a los enfermos los pañuelos o mandiles que había usado y se alejaban de ellos las enfermedades y salían los espíritus malos". Hechos 19,11-12, en estos tres sucesos las reliquias de hombres santos fueron instrumentos para obrar milagros. Además tenemos que recordar las palabras de Nuestro Señor Jesús quien prometió a los Apóstoles que harían milagros. Dios puede utilizar las cosas naturales de forma sobrenatural. Cf. Tb. 11, 7-15.

En los comienzos de la iglesia ya se hablaba de distintas formas de las reliquias para lo cual leeremos a continuación algunos textos que nos hablan de ellas:

La Carta de los fieles de la Iglesia de Esmirna, año 156 A.D. es representativa de la veneración a los mártires: "Tomamos los huesos, que son más valiosos que piedras preciosas y más finos que oro refinado, y los pusimos en un lugar apropiado, donde el Señor nos permitirá reunirnos"

San Jerónimo (siglo IV) esbozó en su Carta a Ripparium las razones por las que se veneran las reliquias: “No rendimos culto y no adoramos por temor a hacerlo a las creaturas en vez de al Creador, pero veneramos las reliquias de los mártires para adorarle más a El, dueño y Señor de los mártires”.

San Gregorio de Nyssa (siglo IV) describe en su Panegírico a San Teodoro Mártir el significado y la vivencia de tocar las reliquias: “Sólo los que han experimentado la felicidad de tocar las reliquias y han obtenido sus peticiones pueden saber cuán deseable es y qué gran recompensa”.

San Agustín de Hippo (siglo V) en su libro La Ciudad de Dios dice: “Está claro que quien tiene afecto por alguien venera lo que queda de ésa persona tras su muerte, no sólo su cuerpo sino partes de él e incluso cosas externas, como sus ropas. Entonces, en memoria de ellos [los santos] debemos de honrar sus reliquias, principalmente sus cuerpos, que eran templos del Espíritu Santo”.


Tenemos que tener muy en cuenta que existen tres grados de reliquias los cuales son:



Además debemos de tener muy en cuenta las Declaraciones de la Iglesia sobre las reliquias:
·    La Iglesia aprueba la veneración de reliquias auténticas. (Concilio de Trento)
·    Ley Canónica, #1190.
1. Está terminantemente prohibido vender reliquias sagradas.
2. Las reliquias insignes así como aquellas otras que gozan de gran veneración del pueblo no pueden en modo alguno enajenarse válidamente o trasladarse a perpetuidad sin licencia de la Sede Apostólica.

Ver: pecado de simonía.

En el proceso de intentar identificar la reliquia específica usted que la explicación está en latín o italiano. Se ha compilado un breve  glosario para  proporcionarle las definiciones de las palabras normalmente usadas en los relicarios:

arca mortuaria - la caja mortuoria, recipiente
arca sepulerali - el ataúd
breviario - el breviario
coronse spinse D.N.J.C. - la corona de espinas de Nuestro Señor Jesucristo
[cravio] corporis - el cuerpo
de velo - del velo
domini nostri jesu christi, D.N.J.C. - Nuestro Señor Jesucristo
domo - la casa
ex bireto - de la birreta
ex capillus - del pelo
ex carne - de la carne
ex cineribus - de las cenizas
ex indumento - de la ropa
ex ligneo pulvere, mixto pulveri corporis, quem residuum continebat prima capsa funeralis - de los restos de la madera, mezcló con el polvo del cuerpo, el residuo de que se contuvo en la primera caja, [o sarcófago]
ex ossibus - de los huesos
ex praecordis - del estómago o intestines
ex praesepis - el lugar de nacimiento de D.N.J.C.
ex pelle - de la piel
ex pluviali - la capa pluvial [la capa llevó para la Bendición]
ex sportula - de la cesto pequeña
ex stipite affixionis - probablemente los medios "del poste de la paliza"
ex strato - del techado [la manta]
ex tela serica quae tetigit cor - de la tela de seda que tocó el corazón
ex tunica - de la túnica

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